Los nuevos retos de Morena: ¿Un partido ligado al movimiento o una máquina electorera?

El periodo reciente en el país es sin igual en la historia moderna, la oligarquía de la mano del imperialismo están arrebatado uno de los resortes de desarrollo y estabilidad económica y política del país. No solo eso, han terminado con conquistas que el movimiento obrero y la juventud habían adquirido después de luchas y muchos sufrimientos.

Todo lo que la revolución iniciada en 1910 dejó, así como las luchas obreras por las conquistas laborales, las conquistas democráticas que se ganaron después del 68, etc., han sido sepultadas en 16 meses de gobierno de Peña Nieto prácticamente sin una lucha seria por parte de la izquierda.

La gran maquinaria mediática se ha echado a andar y nos quieren meter, hasta en la sopa, que estás reformas –la financiera, de telecomunicaciones, laboral, hacendaria y principalmente la energética-  son en beneficio y para el desarrollo del país. ¿A qué país se refieren? Seguramente que el gobierno entiende por “interés del país” el interés  de los Azcárraga, al de los Salinas o de los Slim; y por supuesto del bienestar de las grandes empresas petroleras internacionales como ExxonMovil, Repsol, Chevron, etc.

Para el resto de los jóvenes, trabajadores, campesinos, amas de casa, pequeños empresarios ―es decir, la inmensa mayoría― estás reformas se transforman en recortes al gasto social, aumento de impuestos, recorte de subsidios, incontrolable subida de precios de mercancías de primera necesidad y una deuda gigante que tenemos que pagar porque para que “funcione” este “gobierno” va a empeñar al Fondo Monetario Internacional (FMI) el futuro de las siguientes generaciones.

Queda claro para todos nosotros que el gobierno del PRI, antes el PAN, sirven y sirvieron a los intereses de la burguesía nacional e internacional, por ende son gobiernos anti obreros y anti populares. Pero el problema no termina solo con los gobiernos, las instituciones del Estado, éste completo, se han mostrado como un órgano de imposición de los poderosos oligarcas e imperiales extranjeros. 

Cada una de las iniciativas que se han emprendido por la vía legal para frenar el pillaje por parte de los poderosos, simplemente no han tenido un resultado. Desde el 2006, con el fraude electoral, los amparos para evitar la venta del petróleo, contra la reforma educativa, contra la contrarreforma a la ley federal del trabajo, las demandas penales, etc. todas y cada una de ellas simplemente no han trascendido y la razón de esto es que las leyes e instituciones están para hacer mantener este estado de explotación permanente y miserable para la mayoría de nuestro pueblo.

¿Ha habido respuesta de nuestra gente?

Muchos compañeros, luchadores de izquierda, caen en un error común al decir que la culpa de esto es que “la gente no lucha”, que “la gente es tonta” y demás cosas así. En realidad esa no es la verdadera razón por la cual estamos como estamos. Podríamos hacer un breve recuento de lo que han sido los últimos 8 años en la lucha de clases y veremos que sí ha habido respuesta y que el problema es otro.

En el 2005 comenzaron las protestas masivas en contra del desafuero a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), esta agitación se mantuvo en la campaña electoral que dieron paso a las maravillosas movilizaciones contra el fraude electoral ―que fueron las más grandes en la historia del país con marchas hasta de 3 millones de personas en la Ciudad de México―, al mismo tiempo en el sureste del país vivimos el nacimiento de la comuna oaxaqueña donde el poder era disputado por los profesores organizados en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO); en el 2008 hubo una nueva escalada de lucha contra la privatización del petróleo y en defensa de la democracia interna del PRD donde el Instituto Electoral impuso a los chuchos al frente de este partido. 

En el terreno sindical, en el 2007 vimos huelgas hasta de 2 millones de trabajadores y estudiantes, contra las reformas a la ley del ISSSTE. En 2009, cuando se decreta la desaparición de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y se golpeó de brutal forma al Sindicato Mexicano de Electricista (SME) nuevamente se responde con movilizaciones masivas. En 2012 vimos la maravillosa explosión de la juventud en el #Yosoy132 que reanimo la campaña electoral y la posibilidad de derrotar al PRI, este movimiento quería dar la lucha contra la imposición pero no hubo quien le siguiera el paso.

Más recientemente la lucha contra la reforma educativa despertó movilizaciones históricas en diferentes estados de la republica empujando un proceso por la democracia sindical. El punto de mayor polarización se vivió cuando de forma violenta, el gobierno de la Ciudad de México y el federal desalojaron el plantón de los profesores. Las movilizaciones de apoyo y contra la represión fueron impresionantes por su amplitud y radicalismo.

En algunos estados de la republica la situación de descomposición social ha llegado a grados tan extremos que la única forma de sobrevivir es organizarse y que la propia comunidad ofrezca resistencia, no solo contra los carteles de la droga sino contra las mismas fuerzas del estado ―policías, ejercito, etc. ― corrompidas por el crimen organizado. Las policías comunitarias y comités de autodefensa demuestran un hartazgo muy profundo contra toda la podredumbre de este sistema y este gobierno. En Michoacán  decenas de miles estaban dispuestos a organizarse para terminar con el narco, las extorciones  y la violencia.

Si a esto sumamos las miles de pequeñas y disgregadas movilizaciones que se han desatado, la conclusión no puede ser que la situación por la que estamos así es por la falta de disposición a luchar de nuestra gente.

La unidad y la necesidad de la lucha política

De lo que han carecido todas estas luchas  es de una dirección firme que pueda llegar hasta las últimas consecuencias para defender nuestros derechos, tanto políticos como económicos. Una y otra vez los diferentes movimientos sociales que han salido a las calles limitan su estrategia de lucha a conseguir sus reivindicaciones inmediatas ―los sindicatos luchan contra los ataques o por mejores condiciones de vida,  los campesinos luchar contra el arrebato de sus tierras, los estudiantes por mejorar sus condiciones de estudio, los profesores en contra de la reforma educativa, etc. ― Lógicamente que esto es correcto, pero justamente aquí se impone su debilidad.

Los movimientos sociales pierden de vista la situación política general del país, aun más el periodo de crisis económica del capitalismo a nivel internacional y las tendencias que esta crisis impone a todas las luchas económicas o reivindicaciones inmediatas. 

En todos los países el sistema capitalista ha demostrado su bancarrota, incluso en los que antes eran un modelo de civilidad ahora los trabajadores están siendo sometidos a ataques sin precedentes. En Grecia, España, Portugal, Italia, etc., se está viviendo una violenta lucha de clases donde los banqueros y empresarios tratan de resarcir la crisis que ellos causaron a costa del sudor, sangre y miseria de los trabajadores. Por otro lado vemos como los trabajadores no están dispuestos a aceptar con los brazos cruzados estas contra reformas y han salido a las calles. En Grecia en 5 años se han hecho más de 30 huelgas generales y no se han frenado estos ataques. En España ha habido una escalada de luchas impresionantes y los ataques siguen. Esto se multiplica por 10 en los países ex coloniales donde las condiciones son peores y las luchas más desesperadas.

Este ejemplo ilustra las limitaciones que hay en las luchas separadas y sesgadas por la necesidad del sector. Vuelvo a repetir, no es que no sean necesarias o incorrectas, pero en estos momentos son insuficientes, el movimiento a nivel internacional y nacional se tiene que plantear como una lucha política generalizada no solo contra los diferentes gobiernos sino contra el sistema capitalista.

La justificación histórica de Morena

Precisamente esta es la justificación histórica de Morena. En un momento donde las luchas sectoriales son insuficientes para defender los derechos de los trabajadores, de los jóvenes, de las mujeres, de los campesinos; la organización natural para emprender una lucha política es un partido político que pueda mostrar a los diferentes actores en la lucha su viabilidad para resolver sus demandas. 

Un partido de izquierda, de los explotados, no puede abandonar a su suerte las luchas sectoriales, por el contrario tiene que ir hombro a hombro apoyando de forma decisiva las causas justas y particularmente dándoles un carácter general, quiero decir, englobando cada una de estas luchas en un gran movimiento nacional en contra del gobierno de Peña Nieto, explicando que la única forma de terminan con los ataques a los trabajadores, de frenar a los feminicidios, la violencia y la pobreza, recuperar nuestros energéticos, minas y playas es echando a este gobierno de los ricos.

Esta es la única justificación por la cual Morena pudo crearse, todos nosotros vemos que esta es la necesidad  más importante ahora mismo. Morena tendría que tener un programa de lucha muy claro con el cual pueda sumar a los diferentes sectores:

a) Contra la reforma educativa, apoyo total a la lucha magisterial, por la inversión del 10% del PIB a la educación y terminar con el rezago en educación media y superior. 

b) Contra la reforma  a la ley federal del trabajo, por un trabajo digno con planta a los 15 días de trabajo y con todas las prestaciones sociales como dos aguinaldos al año, un mes de vacaciones pagadas y derechos sindicales democráticos. 

c) Por un aumento de emergencia al salario mínimo de 16 mil pesos mensuales y un control férreo de los precios de las mercancías. 

d) Contra la entrega de los recursos naturales y energéticos del país a privados, por la renacionalización de la industria eléctrica, petrolera, minas y acuíferos. 

e) Garantizar la alimentación de la población, particularmente la de niños y adultos mayores  nacionalizando los grandes monopolios de cadenas comerciales.

f) Contra la represión y la militarización del país, libertad todos los presos políticos, desarme paulatino del ejército, policía federal y ministerial sustituyéndolo por comités de auto defensa controlados por las asambleas de pueblos, municipios y colonias. 

g) Alto a los feminicidios, por el derecho irrestricto a todos los derechos de la mujer, por la conformación de comités de seguridad en fábricas, escuelas  y población para desarrollar medidas en contra de las agresiones a las compañeras.

h) Por la reactivación del campo mexicano, cancelación inmediata del TLC, expropiación de las grandes fortunas de los bancos para dar créditos baratos a los campesinos. 

i) Por una planificación democrática de la economía para desarrollar la industria y terminar con el desempleo y cubrir las necesidades nacionales más acuciantes como lo es la vivienda.

Con esta bandera debería encabezar movilizaciones que puedan ir creciendo en fuerza y profundidad para echar este gobierno y terminar con el martirio de vivir entre la violencia y la necesidad. Se puede decir que Morena está a favor de de los explotados y que nos oponemos a las reformas, pero en la práctica no hemos hecho nada para agrupar a todas las fuerzas en una sola lucha, por el contrario, bajo la famosa idea de “nuestra lucha es pacifica” se ha renunciado a un frente único con los sectores más radicales como los profesores o los comités de auto defensa. Incluso bajo está misma frase no se organizo una lucha seria para impedir la reforma energética, que era una de nuestras grandes banderas de lucha.

Se puede decir que en lo que corresponde a la lucha del petroleó la dirección de Morena sí llamó a salir a las calles, y en todo caso la culpa es de la gente por no salir. Nuestro pueblo, los trabajadores, son muy prácticos, con el plan de “lucha” que presentó la dirección simplemente no se podía detener la reforma, la gente se pregunta ¿para qué ir a las movilizaciones si el plan es otra movilización? ¿Para que un cerco pacífico en el cual se va a permitir que pasaran los diputados y senadores? ¿Acaso tiene sentido perder días de trabajo o estudio para hacer esto? La respuesta es clara.

Además había un referente inmediato de lucha, los profesores hicieron plantones, cercos, mítines, marchas y paros más radicales que lo que planteaba Morena y no se freno la educativa ¿con este plan vamos a detener la energética? Claro que no.

¿Una maquinaria electoral?

Después de este fracaso se tomaron medidas para luchar jurídicamente contra el despojo petrolero. Se propuso conseguir 2 millones y medio de firmas para conseguir una consulta para que la gente pueda opinar si está de acuerdo en entregar los energéticos a la iniciativa privada. La respuesta ha sido impresionante por parte de todos los morenos, no solo se han conseguido los objetivos, se han rebasado. Ahora estás firmas pasarán a la Suprema Corte y esta dictaminará si es posible la consulta o no, con el atenuante que por orden primero resolverán la petición del PRD y que su decisión no va a ser muy democrática que digamos, pues como ya lo hemos dicho, estas instituciones están al servició de la oligarquía. Sin querer ser pesimista es poco probable que la consulta se pueda desarrollar, no por el trabajo realizado sino porque estas estructuras están totalmente cooptadas y sometidas a intereses de los poderosos. 

La otra opción que ve la dirección de Morena  es apostarle a la cuestión electoral. Desde el comienzo se ha dicho que el ganar y ocupar puestos de representación no eran un fin en sí mismo y que solo era para terminan con este régimen de corrupción, pero parece que ahora estas palabras suenan hueco. 

Morena no solo se ha apartado de la lucha en contra de las reformas, sino que está dando un giro peligroso a convertirse en una máquina electorera con todos los vicios que puede acarrear esto. La designación de Enlaces por la Soberanía Nacional ha resultado francamente  lamentable y escandalosa primando métodos que eran el pan de cada día en el PRD y que en teoría se rechazan.

No hay debates ideológicos que puedan clarificar y corregir el camino de Morena, por el contrario existen pugnas entre grupos por ver quién puede ser el “enlace”, utilizando métodos anti democráticos se han impuesto a personajes que lo único que buscan es popularidad y dinero, si es posible un cargo público para vivir del presupuesto.

Una alternativa

Aún estamos a tiempo para revertir estos problemas que hay, pero no lo podemos hacer utilizando métodos de intriga, chismorreo o peleando para que “mi gente” esté en lugar de los “malos”. La forma de cambiar las cosas a lo interno de Morena es tener verdaderos debates políticos sobre la coyuntura política internacional y nacional, evaluar de forma honesta y camaraderil los errores que hemos cometido en las luchas que hemos dado y corregirlos –la política del prestigio debe ser erradicada de la organización- y particularmente mantener un ambiente democrático y de discusión entre la base sobre las decisiones fundamentales de orientación, designación de enlaces y política de alianzas de Morena.

De la misma forma se tiene que dar una lucha decidida contra todos aquellos que  quieren reducir la lucha de Morena a una cuestión electoral y dejar en segundo o tercer plano las luchas que dan los diferentes sectores. Tenemos que convertir a Morena en una verdadera herramienta de lucha y no reducirla a una máquina de ganar elecciones. Si al final se reduce a esto caeremos en todos los errores que el PRD cometió y que lo llevaron a la bancarrota.

Si tienes comentarios y sugerencias, ponte en contacto con nosotros.

Ubaldo Oropeza, Consejero Nacional de de Morena por el Distrito 6 del DF. Redactor del periódico marxista La Izquierda Socialista: militante91@gmail.com 

15 de septiembre de 2014

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